domingo, 27 de febrero de 2011

La fama, los futbolistas y los periodistas

¿Acaso la fama por sí sola explica el bajo rendimiento de los jugadores?

La frase, “la fama marea a cualquiera” es harto conocida y mucho de verdad contiene. ¿A quién (más a quien no ha gozado nunca el tener poder y ser el centro de atención) no lo marea, por lo menos un poquito?
Está bien, es cierto que algunos se marean más que otros, unos se marean más tiempo y bla, bla bla. Y es que el poder descubre zonas oscuras en el ser humano, en cualquier ser humano. Luego, ya con la experiencia uno puede aprender a manejar ese nuevo y pecaminoso poder o simplemente dejarse llevar por este y llegar a extremos un tanto criticables como: la soberbia extrema, habladurías, la indiferencia, el rechazo, las poses y como que la mona se vista de seda…
La fama y el poder, eternos acompañantes de los futbolistas, sobre todo de las jóvenes promesas. La fama y el poder, por todos lados: en vedettes, en cervezas, en portadas, en sonrisas fingidas, en un carro y en textos periodísticos…La fama y el poder, tan omnipresentes. Ambos pueden llegar a explicar muchas actitudes de los famosos (sobre todo los nuevos inquilinos). Pueden llegar a explicar los bajos rendimientos. Por ejemplo, uno puede llegar a decir: “sí pues, ese Manco juega bien pero lo mareó la fama…”, “la fama lo mató”, etc. De moda, entonces, las explicaciones de este tipo cuando un jugador  “fracasa” o tiene un mal rendimiento.
Hoy leía en el diario deportivo depor una columna de Kike la Hoz (un buen redactor) sobre André Carrillo. En esta se sugería que el bajo rendimiento de la joven promesa se podía deber a la fama y a la presión mediática que la fama puede traer consigo. Creo que Kike quiso hacer hincapié en este tema de manera positiva, pues es  un tanto recurrente y es preciso prevenir antes que lamentar. Pero recordé que en muchas otras ocasiones muchos otros periodistas en situaciones parecidas ( jugadores mediáticos con bajo rendimiento) buscan etiquetar esos "momentos" de manera fácil y banal . Pobre fama, culpable tantas veces, pero OJO, no siempre.
Una explicación facilista puede desinformar a la gente lectora, quienes se forman una opinión de la información que está más disponible. Facilista (para que quede más claro) por que es resaltante, conocida, seductora, marketera y rápida, al no exigir mucho análisis. Solo se muestra una cara de la moneda y listo.
Este tipo de explicaciones descubren y se enfocan en ese aspecto negativo que se busca criticar, pero a la misma vez encubren y oscurecen todo lo demás (dicho sea de paso, lo que no vende) ¿Qué es lo demás?  La otra cara de la moneda, o sea, toda la información. Por ejemplo, en el caso de Carrillo ,puede que la fama si lo haya mareado un poco, pero no creo que el bajo rendimiento de este jugador se deba exclusivamente a esta variable. Recordar esto para que para que otros periodistas no se olviden luego.
Recordar también preguntar si es que: ¿Realmente Carrillo se siente cómodo como delantero? ¿No era acaso este juvenil un volante por las bandas o un puntero derecho? ¿Acaso la estructura del equipo aliancista deja que un jugador como Carrillo logre brillar? ¿El futbol de alianza permite realmente que sus individualidades sean figuras?
No olvidemos preguntas como estas. No nos surremos en ellas ¿Carrillo jugó mal porque la fama lo mareó…? ¿Así nomás lo explicamos y ya? Es muy seductor el fácil análisis. Escribimos algo rapidito, que la gente lea y ya. No pasa nada…total, la cosa es que venda.
Vender es importante pero hay que tener un poquito de cuidado con la información que brindamos…



Pd: Es lamentable que las primeras preguntas que hacen algunos periodistas de algunos diarios deportivos (en plural) sean en su mayoría acerca del nuevo carro de André Carrillo y en una minoría sobre su momento futbolístico. La envidia, TAN PRESENTE... Si hay jugadores con actitudes muy criticables, los periodistas deportivos no se quedan atrás.