Desde hace unos años atrás y hasta ahora sigue la polémica sobre el fútbol vertical vs. el fútbol bien jugado ( o bonito). A los primeros se les estigmatiza como “modernos” y su fútbol prima la velocidad, la táctica, lo físico, etc. A los segundos se les estigmatiza como “antiguos” o “románticos” y en este prima la habilidad, el talento, la técnica, etc.
Lo ideal, como muchos ya saben, es el equilibrio de ambos tipos de fútbol. Es ideal el trabajo en lo físico y el desarrollo de las habilidades.
Sin embargo, últimamente solo miramos el fútbol vertical y nos preocupamos por el físico, la táctica o la estrategia, suprimiendo de esta manera la técnica. Esta tendencia alcanzó sus máximos niveles a comienzos del nuevo milenio y perdura hasta hoy. En el Perú, al haber tantas deficiencias físicas y conceptuaizaciones poco “modernas”, la tendencia se ha proliferado en las mentes y ha logrado influir a jugadores, técnicos, presidentes, psicólogos, etc.
Para jugar al fútbol (en mi opinión) lo fundamental es que un jugador sepa jugar al fútbol, que tenga técnica. Lo demás es un complemento (un complemento importante). Para que quede claro, el complemento es lo físico, lo psicológico, lo táctico, lo fisiológico, etc. De esta manera, la técnica, el talento o la habilidad no pueden ser eliminadas. Está bien trabajar en los complementos, pero estos no pueden ser el fundamento.
Muchos hoy en día siguen preponderando el fútbol de la velocidad, de la fuerza física o de la táctica “pura”. Incluso, como en una cacería de brujas acusan a los jugadores o técnicos que intentan priorizar el talento, de utilizar “el toquecito” intrascendente, de ser poco “resultadistas” y de ser “románticos”.
Al revisar el concepto, romanticismo, nos encontramos con que se originó como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la época y que daba prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura contra la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas y la búsqueda de la libertad autentica.
Entre sus fundamentos encontramos:
- originalidad frente a la adecuación, pues cada hombre debe mostrar lo que le hace único.
- Creatividad frente a la imitación
En el fútbol hay que crear, constantemente. Cuando tienes la pelota tienes que ver la manera de esquivar un rival, de dar un buen pase. Cuando no tienes la pelota tienes que saber qué lugar ocupar, a dónde dirigirse. En cada instante se crea y, de alguna manera, se crea para romper lo establecido: la estrategia defensiva del equipo contrario. Todo ello suena a “romanticismo”, y si a las personas que preponderan lo técnico y la creación ,se les acusa de románticos, pues bienvenido sea.
Al hablar de creaciones podemos ver que el fútbol bien jugado o exquisito puede ser un arte. No creo que arte solo sean las pinturas, las fotografias, el baile o la arquitectura de algunos autores reconocidos.
Cómo podemos determinar si algo es arte. Al buscar la definición en un diccionario nos encontramos con una definición que sostiene que es una actividad con una finalidad estética o comunicativa, a través de las cuales se expresan, ideas o emociones. Esta requiere de aprendizaje y puede limitarse a la habilidad técnica. Al mismo tiempo, en un sentido más amplio del concepto, se sugiere que el talento que se requiere para ejercerlo se sitúa en un contexto o visión particular. Estas explicaciones no son equivocadas, pero son incompletas. Y es que el arte implica un aspecto subjetivo e involucra muchas características.
Como el arte involucra tanto a los artistas, como a los que observan la obra de arte, los que observamos un partido del Arsenal FC de Inglaterra podemos dar cuenta de que somos privilegiados espectadores de muchas obras de arte en el lapso de 90 minutos.
Como dijo Rubén “el mago” Capria, los jugadores de este equipo son “obsesivos del piso”. No tiran pelotazos y no alejan la pelota del suelo si no es necesario. Todos respetan el fútbol bien jugado y privilegian el talento antes que los complementos. Prefieren pensar y crear antes que convertirse en maquinas que solo ejecutan.
Pero antes de seguir hablando de las virtudes de este equipo, debo señalar que este equipo no busca en sus jugadores solamente el talento individual, sino el “talento colectivo”. La belleza del fútbol de este equipo radica en el juego colectivo donde todos participan. Este equipo en conjunto crea arte cada minuto del partido. Hacen jugadas, se divierten y si no les sale la jugada vuelven a intentarlo, pero siempre en equipo. Nadie busca sobresalir solo individualmente y, quizás, por ello muchos de sus jugadores no “venden” o no son tan conocidos. Muchas personas sostienen que este equipo es bueno, pero que le faltan estrellas. Creo que están muy equivocados.
Es más, creo que los jugadores de este equipo han alcanzado un nivel de madurez (metiendo un poco de floro de Kohlberg) en el que se deja de lado el egocentrismo para dar paso al entendimiento de que existen otras perspectivas. Antes que el jugador, está el equipo. Al pertenecer a un equipo, saben que el logro del equipo será el logro individual. Esto es muy importante por que el fútbol es un deporte colectivo donde hay un equipo de 11 jugadores.
Para mí, el arsenal está lleno de “estrellas”. Este es el equipo:
Sus mejores jugadores son: Diaby, Fabregas, Vermaelen, Rosicky, Nasri, Van Persie, Walcott, Ramsey, Song, Wilshere, Clichy, Arshavin y Bendtner. Si no brilla el equipo, brillan unos o uno, y sino brilla uno, brillan otros.
Si queremos imitar o mejor aún, aprender, debemos apostar por el “talento colectivo”. Como referencia pueden estar equipos como el Barcelona FC, el Arsenal FC, el equipo sub 20 de Argentina del 2001, el Marruecos del 98, Brasil del 86, el 70 y el 82, el Manchester del 99, España en la Eurocopa 2008, el Boca Juniors del 2006, el Real Madrid del 2001, etc.
Desde la formación juvenil se debe recalcar la importancia del fútbol bien jugado, del talento y del juego en equipo. Es muy importante priorizar el juego colectivo y el fútbol asociado. Se debe recalcar la importancia que tiene la entrega efectiva de los pases, puesto que va a traer como consecuencia no solo el fútbol vistoso, sino el romper con las estrategias, el gusto por el juego en equipo, el gol, la victoria del equipo, el campeonato, etc. Además, al priorizar el “toque”, los jugadores se cansan menos y por lógica se acondicionan con mayor facilidad, ya que no tienen que estar corriendo por correr, sino que corren la cancha de manera “inteligente”.
Una creencia que tengo es que cuando uno está muy involucrado con el juego y se divierte, se cansa menos. Otra creencia que tengo es que el fútbol de equipo donde prima el " talento colectivo" es la esencia del fútbol, lo emociona, lo que exalta, lo que excita y lo que te puede hacer saltar del sillón.