Quería ser piloto…
Pensé, “aquí soy libre de decidir lo que quiero ser; no será difícil, pues si me esfuerzo saldré adelante”.
Sí, tuve la opción de ser piloto. Mientras otros estudiaban en la universidad yo buscaba ser piloto a como de lugar. Cuando me gradué de piloto estaba feliz, era lo que yo había escogido ser.
Pasaron los años y solo a veces era feliz. No ganaba mucho como piloto, me recortaban los sueldos mientras que yo tenía más pagos, empecé a tener deudas...
Al menos a veces fui feliz, como cuando venían algunos clientes y me veían como alguien importante o como un especialista.
Siguieron pasando los años y tuve un hijo. Lo crié bien, creo, lo llevaba a pilotear de vez en cuando.
“La comida cuesta mucho…el colegio también”. Sin dinero, tuve que usar mi tarjeta de crédito.
“Las tarjetas de crédito, ¡qué joda! Debo una millonada ahí y solo por comida, ropa y colegio”.
No solo estaba el gasto del colegio de mi hijo, sino que yo estaba siguiendo un curso de especialización para pilotos, pensé que con este ganaría más. Ahora lo he tenido que dejar porque debo pagar lo de mi hijo, “con tantas deudas y multas por no haber pagado a tiempo el curso me ha salido caro”.
Aparte de ser piloto, he tenido que repartir periódicos, hacer taxi, posar desnudo para algunos estudiantes artistas…trabajos menores, “cachuelitos”. Por donar órganos pagaban bastante; un amigo piloto creo que lo hizo. Pero yo tenía miedo, por que pensaba que me podía morir.
Mi hijo ahora tiene 17 años y no quiere ir a la universidad, también quiere ser piloto. Y si bien la carrera de aviación no cuesta mucho, aún así no me alcanza para pagarla. “La verdad no quiero que sea piloto”.
¡Oh Dios, que tonto fui!, hubiera preferido trabajar en otra cosa. ¿Perseguir mi sueño?, sí fue bonito en un inicio, pero después fue una pesadilla.
Recuerdo en las reuniones de ex alumnos a muchos amigos que trabajaban en otras cosas más serias. Tenían dinero, una linda familia creo, no lo sé; por lo menos no vivieron mi pesadilla.
Ahora no sé que hacer, “Creo que trabajaré en Chillis. Pagan regular, a veces, hasta más que como piloto”.
¡Cómo pude perder el tiempo tratando de ser piloto, cuando pude haber sido otra cosa! Ya soy viejo.
“Acabo de encontrar un buen trabajo. Me pagan bien. No hago lo que quiero, pero creo que me acostumbraré. Solo tengo que vender unos productos para una pequeña empresita…creo que trabaja con el extranjero. Parece bueno. Ahora sí llevo el pan a mi familia. Hasta panetón.”
“Sería bueno que el seguro de mi pensión no fuera tan costoso, al menos es un tanto bueno, porque si me pasa algo mi esposa y mis hijos tendrán una ayudadita”.
“Creo que mis hijos están mas alegres ahora”.
Se anunció que la empresita podía quebrar. Lo bueno es que por esa época había un candidato a la presidencia que decía que nos iba a ayudar. Todos iban a votar por él en el trabajo, había que votar por él, no vendría mal anuncio la empresa este bien y así pueda ganar más. Pagaría mis deudas y ayudaría a mi familia.
Bueno, fue bueno mientras duró, La compañía cerró. “¡Que cólera!”, no me pudieron pagar los sueldos de los últimos meses. Había trabajado mucho, hasta más que esos jefes que solo tomaban café cuando nos visitaban. Daban unas cuantas órdenes. Siempre nos hacían trabajar un poco más de horas y nos decían que habíamos entrado en una pequeña recesión por lo que nos pagarían un poco menos. Una que otras veces organizaban fiestas grandes. Eso sí me gustaba.
Estaba en bancarrota ya la pobre empresa. Creo que se la vendieron a otra empresa más grande. “Qué cólera. ¿Qué haré ahora siendo tan viejo? Buscaré trabajo en esa empresa grande…”
“Estoy mejor, conseguí trabajo en Mc Donalds. Hay un trabajo como parte del programa para el adulto mayor. Solo tengo que freír hamburguesas y ya”.
Hubiera preferido hacer otra cosa la verdad, trabajar en una empresa no como obrero, sino como empresario. Mis padres tenían un poco de dinero y creo que hubieran podido pagarme una carrera. Hubiera sido lo mismo, deudas y todo, pero no hubiera estado en esta situación.
Mis hijos me quieren, pero siento que nunca les di mucho. Que tonto fui, caray.
me enamoré del piloto
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